El Municipio suspendió las actividades de disposición final en el polémico predio de Irizar, donde se enterraban restos de poda y áridos.
El sitio, que comenzó a ser operado este año, tras el cierre de La Montonera, fue foco de innumerables quejas de vecinos, quienes denuncian y han documentado que además de ese tipo de residuos se recibían y enterraban desechos domiciliarios, chatarra, colchones y hasta muestras médicas.
Esa situación generó una denuncia penal por parte del edil del Encuentro Pilarense Gabriel Lagomarsino contra el intendente Nicolás Ducoté y varios funcionarios.
Pese a que la Justicia controló el predio la semana pasada, no lo cerró (decisión que sí se adoptó con un sector lindante a La Montonera que se seguía usando y con la ex Anilinas Argentinas).
No obstante, debido a las dificultades que significaba trabajar con ese tipo de desechos sin chances de preclasificarlos, es que se decidió frenar las actividades.
“Ayer (por el miércoles) por la tarde noche decidimos en una reunión con todas las áreas que están gestionando residuos, y tras analizar el panorama, dejar de operar en Irizar. Sucede que no se podía hacer la preclasificación que se llevaba a cabo en una calle pegada a La Montonera, que fue cerrada. No vamos a usar el lugar hasta tanto esté el estudio de impacto ambiental del OPDS y se hagan otras labores, como una playa para la preclasificación de los desechos”, explicó a Pilar de Todos Mariano Santillán, titular de la Agencia de Residuos.
La Comuna siempre defendió el uso de ese lugar para disponer desechos verdes y escombros, pero al mismo tiempo reconoció que los volquetes que trasladaban esa basura incluían a veces otro tipo de basura, aunque aseguraron que esta era separada y llevada a lugares autorizados.
Los vecinos, quienes insisten en que no van a permitir que funcione allí ese tipo de actividad, denunciaron que los desechos no permitidos no eran trasladados, sino que quedaban allí, y alertaron además respecto a la alteración de un humedal, lo que se traduce en anegamientos en el área.
-¿Se trata de una clausura o de un cese dispuesto por el Municipio?, preguntó Pilar de Todos.
-No, no es una clausura. Es un cese que tomamos en conjunto con el OPDS, porque ellos están al tanto de lo que estamos haciendo y de ellos depende el impacto ambiental. Pero la decisión fue nuestra. La medida durará unos 20 días aproximadamente, y la idea es abrir mejor de lo que estamos-, respondió Santillán.
-Pero hubo presencia de la Policía Ecológica en el lugar…
-Sí, pero son controles periódicos que se hacen que justo coincidió hoy. Además, nosotros dispusimos de una consigna policial, para evitar que haya intrusiones o ingresos de camiones.
-¿Qué va a pasar con la recolección de ramas en los barrios, teniendo en cuanta que ahora no cuentan con un centro de disposición?
-Estuvimos buscando alternativas, y vamos a chipear las ramas con dos nuevos equipos que sumamos en estos días, lo que hacen un total de 4 chipeadoras, una de Transur, otra nuestra y las otras dos alquiladas. Una está en Pinazo, y también en el predio de La Lonja. Al achicar las ramas, 40 camiones chipeados entran en una batea, algo que no hicimos antes porque no teníamos todos los medios. Todas las chipeadoras funcionando equivalen a la cantidad de camiones que recolectaban por día.
-¿Y van a enterrar esos desechos?
-Por el momento no los vamos a enterrar, los vamos a acopiar durante 20 días aproximadamente en los centros de transferencias hasta tanto esté todo dispuesto para volver a operar en Irizar, que básicamente es el estudio de impacto ambiental. Por ahora no debería haber problemas. Pero si nos empezamos a quedar sin lugar, obviamente que quizá sí, pero intentamos que el costo de toda esta situación no la termine pagando el vecino.
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