Rocío Acosta llegó a Pilar desde la provincia de Chaco para poder acompañar a su hijo Dylan, de 10 años, que permanece internado en el Hospital Austral luchando contra un cáncer.
Desde su llegada, y por la falta de recursos económicos, pasa los días en el nosocomio y cuando llega el momento de descansar, intenta hacerlo en los sillones de la sala de espera del 5to piso.
Es que Rocío no tiene donde quedarse. Si bien la obra social del Instituto de Seguridad Social, Seguros y Préstamos (Insssep) le cubre el hospedaje al niño y al padre en la residencia que el hospital tiene para pacientes oncológicos, pero actualmente ella está separada del hombre.
“Duermo en un sillón del quinto piso de la sala de espera. En realidad dormir no puedo, trato de descansar lo mejor que puedo para no despegarme de mi hijo. Sé que él me necesita y es un sacrificio que hago para estar a su lado”, expresó Rocío en diálogo con Pilar de Todos.
A Dylan a los seis años se le diagnosticó cáncer en los huesos. Esa adversidad la pudo pasar pero hace tres meses tuvo una recaída. Y cuatro años más tarde -hoy tiene diez- le detectaron leucemia.
Por eso, la familia tuvo que trasladarse a Pilar para que Dylan reciba el tratamiento adecuado en el Austral lo que obligó a Rocío a vivir dentro del hospital desde entonces.
“Durante el día deambulo por el hospital. Estoy en el parque porque el personal de seguridad ya me conoce y me permite hacerlo. Salvo que me llamen para estar con mi hijo en la residencia, estoy aquí dentro. No tengo donde ir”, contó.
Rocío dejó todo para acompañar a Dylan, incluido su trabajo. Eso hace que no tenga dinero para solventar los gastos e inclusive cubrir las necesidades básicas.
“Muchas veces no tengo para comer y son las empleadas del hospital las que me dan comida”, manifestó con una voz tenue que permitió percibir la vergüenza que sintió al contarlo.
La situación de Rocío motivó a un grupo de personas que empezó a recaudar dinero para que ella pueda alquilar una pieza y pasar más cómoda este duro escollo que le ha puesto la vida.
Mientras, Rocío permanece en los pasillos del Austral. Allí estará cunado el miércoles una nefróloga visite a Dylan y defina si debe anotarse en la lista para esperar un trasplante de médula ósea.
“Es algo que va a definir la médica. Estamos a la espera. Veremos qué pasa”, dijo Rocío.
Quienes quieran colaborar con Rocío y depositar dinero pueden hacerlo en una cuenta del banco Provincia al CBU: 3110030211001079466023.