El Municipio de Pilar comenzó a multar a empresas de colectivos comunales, por permitir el descenso de pasajeros por las puertas delanteras.
Se trata de castigos de 1500 pesos cada uno, que las transportistas, de todos modos, pueden afrontar con trabajo comunitario.
La medida generó malestar en los choferes de colectivos y algunas empresas, desde donde señalaron que pedirán un encuentro con las autoridades comunales.
Pero algunas compañías, además, trasladarán el pago de esa multa al conductor que estaba a cargo al momento de labrarse el acta.
La Subsecretaria de Transporte, Claudia Guerrero, le explicó a Pilar de Todos que las multas se encuadran dentro de la legislación nacional y provincial vigente para el transporte público, en la ordenanza 130 de 2004 y el decreto reglamentario 3930 de 2016, y el 1169 de 2017.
En su artículo 41, el decreto 3930 dice que “el transportista cuyo personal condujera vehículos de transporte de pasajeros con las puertas de ascenso y descenso abiertas, o permitiera el uso injustificado de la puerta delantera para el descenso de usuarios (…), será sancionado con multa de 1 a 10 sueldos mínimos del personal municipal, por cada una de las faltas (…). Podrá sustituirse con la sanción de la obligación de realizar trabajos comunitarios”.
El decreto 1169, en tanto, señala que “las unidades afectadas al transporte por automotor de pasajeros de carácter urbano, de jurisdicción comunal, deberán exhibir en lugares visibles (…), dos carteles” en su interior, a una altura “no inferior de 70 cm de nivel del piso de la unidad”.
Esas insignias deben consignar: “Descenso por la puerta trasera. Así todos llegamos más rápido”.
La medida, además, se da en el marco de otros controles, como frecuencias, cantidad de unidades, que los colectivos se detengan cerca del cordón, respeto de la parada, prohibición del uso del celular o fumar para el conductor, u obligatoriedad de uso del cinturón de seguridad para el chofer.
“El uso indebido de la puerta delantera para el descenso de los pasajeros, que solo se debe hacer por atrás, a excepción de determinados casos, no es algo antojadizo, sino que responde no solo a la normativa vigente para el transporte urbano, sino a la agilización de la subida y bajada de los usuarios”, explicó Guerrero.
“A menos que se trate de personas con movilidad reducida, embarazadas, casos de fuerza mayor, o que por otras causas en donde el pasajero se vea imposibilitado, por ejemplo por el estado de la calle, el descenso siempre debe ser por atrás. Y esto tiene una lógica: la fluidez del ascenso y descenso, que si no se respeta, y lo tenemos comprobado, impacta en una reducción de las frecuencias y en demoras que a lo largo de todo el recorrido suman por lo menos 20 minutos o 30 minutos al viaje”, explicó la funcionaria.
Pero a su vez, manifestó que se hace por cuestiones de seguridad, ya que hay conductores que al notar que no desciende nadie por detrás, intentan hacer un sobrepaso del colectivo por la derecha, cuando este no se acercó al cordón, y que si hay gente bajando por delante representa un riesgo grave.
Varios choferes de colectivos a los que les llegaron las multas se contactaron con Pilar de Todos, para mostrar su descontento no solo con la medida, sino porque la empresa traslada a ellos el pago de los cargos.
Guerrero, en ese caso, señaló que la Municipalidad no multa a los choferes, sino a las empresas, y añadió que se mantuvieron varias reuniones con delegados de todas las compañías para explicarles los alcances de la medida.
“Por día notábamos hasta 300 o 400 casos, solo en algunos puntos, del uso indebido de la puerta delantera. Hicimos un trabajo en conjunto con las empresas, donde les explicamos que el descenso se debe hacer por atrás. El objetivo es ir hacia un servicio más fluido y eficiente, porque de otro modo, luego se acumulan unidades y llegan dos juntas a una parada”, concluyó Guerrero quien añadió que las multas se labran en centros urbanos donde “están dadas las condiciones para que el descenso se haga como corresponde”.