Finalmente N, de 7 años, se queda en el país. Al menos por algunos meses y hasta que se defina la situación procesal que se dirime tanto en la Justicia argentina como en la española.
N, cuyo nombre se preserva por cuestiones legales, vive con su madre, V, en el distrito. El padre del menor vive en Madrid, desde donde inició acciones para que el menor vaya a vivir con él, pese a que el chico ha manifestado en reiteradas oportunidades y ante los propios jueces que se quiere quedar a vivir en el país.
Al filo de la fecha en donde N tenía que ser enviado a España, la Suprema Corte de la Provincia de Buenos Aires suspendió la medida, que había impartido la Jueza de Familia de Pilar Mariana Valentini, al entender que había "exceso jurisdiccional” por parte de la magistrada.
"Era lo que esperábamos, ahora tenemos unos meses más para seguir trabajando en el caso y conseguir que el niño se quede definitivamente en el país", confiaron a Pilar de Todos desde el entorno de la madre del chico.
"Pedíamos que se respete el interés del niño, los tratados internacionales que hay al respecto y nos ayudó mucho la Defensora de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes de la Nación, Marisa Graham", agregaron allegados a la familia de N y V.
No obstante, la cuestión de fondo aún no está resuelta, es decir si el niño debe o no permanecer en el país, o volver con su padre, a quien no ve hace casi 2 años y con quien incluso no quiere mantener contacto vía telefónica.
"N ya lo dijo dos veces ante la Justicia, que se quiere quedar en el país, y queremos que eso mismo escuche la Corte y que obren en consecuencia, algo que no hizo Valentini, que se extralimitó en sus facultades, lo que era una locura", señalaron voceros de la familia de V, ya que la mujer tiene impedido hacer declaraciones públicas debido a un bozal legal que pesa sobre ella y su abogada, a pedido del padre del chico.
"También esperamos que la Justicia de Madrid, que hace 2 años le otorgó la custodia a la madre (aunque en ese país), tenga en cuenta los derechos del niño. N vivió más tiempo en Argentina que en otro país y él se siente argentino también", cerraron.
Los padres del niño, ambos argentinos, se mudaron a Madrid en 2010, cuando estaban recién casados. En ese país, él consiguió trabajo como médico, pero ella, en cambio, no pudo homologar su título de arquitecta y tuvo que dedicarse a distintas tareas: hacer y vender aros, sacar fotos, vender ropa en un local. La idea era quedarse un tiempo y luego volver al país.
Tres años después nació en España N., quien tiene nacionalidad italiana, pero la relación había empeorado y V y su exmarido se separaron. Luego de ello, la mamá de N, decidió volver a Argentina.
En el divorcio comenzó el litigio en España respecto de la custodia del niño y, en junio de 2018, la jueza de primera instancia del Juzgado N° 22 de Madrid- le otorgó a la madre, de 35 años en aquel entonces, la autorización y custodia del menor para volver a la Argentina, país donde el centro de vida del menor está consolidado luego de varios años.
Pero en junio de 2019, la Justicia española instó a la madre a volver a Madrid, ya que la custodia se le había sido otorgada allí.
Esa posibilidad, avalada por Valentini, por el momento fue frenada por la Corte bonaerense.