El abogado de Fernando Farré, el hombre condenado a prisión perpetua por el femicidio de su esposa Claudia Schaefer a quien mató de 74 puñaladas en su casa de Pilar, aseguró que su representado “es inimputable” y “no era consciente de sus actos”.
En declaraciones a América 24, Omar Saker sostuvo que el crimen, al que calificó de “lamentable”, no hubiera ocurrido si Farré no estaba “medicado”. Según el letrado, el femicida que mató a su mujer de 74 puñaladas, tenía un exceso de un antidepresivo conocido como sertralina.
“Cuando la persona lo toma en exceso, se convierte en alguien autónomo que no sabe discernir entre el bien y el mal”, explicó Saker, consignó NA.
A su vez, subrayó que después del juicio salieron informes "concretos" de la Organización de la Salud (OMS) que aconsejaban no consumir este fármaco de manera desproporcionada porque podían ocurrir estos asesinatos.
Además, afirmó que la pericia psicológica hecha es un “desastre” y que los investigadores deberían haber esperado unos días para realizarla ya que Farré tenía que salir de su estado de shock.
El caso
Fernando Farré y Claudia Schaefer estaban casados y tenían tres hijos. En el marco de un conflictivo divorcio que incluía una denuncia de la víctima en la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia y una exclusión de hogar del imputado del domicilio que compartían en Recoleta, la mujer de 44 años fue a su casa de fin de semana a buscar algunas de sus pertenencias junto a su abogado.
El 21 de agosto de 2015 fue al vestidor de la casa a retirar su ropa, Farré entró detrás de ella y la atacó con dos cuchillos que había agarrado de la cocina.
El hecho tuvo como testigos a la madre del femicida, a una de sus abogadas y al letrado de Schaefer, quienes escucharon u observaron todo lo que sucedía en el vestidor detrás de la puerta que estaba bloqueada o desde una ventana que daba al jardín trasero de la casa.
Según la autopsia, Farré mató a su esposa de 74 puñaladas, de las cuales 66 fueron heridas de arma blanca, y la causa del fallecimiento fue un degüello.
Farré fue sentenciado a prisión perpetua en 2017, dos años después del crimen, por el Tribunal Oral Criminal (TOC) de San Isidro.
El juez resolvió que sea privado de la potestad de sus tres hijos mientras cumpla su pena y de la administración de sus bienes.
Su defensa pidió que sea declarado “inimputable” o que se le morigere la condena por “emoción violenta”.