Un caso de contaminación ambiental ocurrió en los últimos días en la localidad de Loma Verde, en Escobar, donde se detectó que un country descargaba efluentes cloacales sin tratamiento en el curso de un arroyo.
El caso salió a la luz cuando algunos vecinos empezaron a percibir un olor nauseabundo que provenía del Arroyo Tatán. “Primero pensamos que se trataba de un animal muerto o que en alguno de los talleres que hay por la zona estaban trabajando con material químico”, contó a una vecina al portal local ElDíadeEscobar.
Sin embargo, caminando por el barrio, el vecino Javier Pap descubrió que el arroyo estaba plagado de materia fecal.
El hombre realizó la denuncia en la Unidad de Gestión Comunitaria Nº26 de Loma Verde. La primera hipótesis era que se podría tratar de una descarga clandestina por parte de algún camión atmosférico o de una empresa de baños químicos.
A Pap no le pareció que fuese un hecho aislado y decidió investigar por su cuenta. “Seguí el curso del arroyo hacia arriba, desde antes de la entrada al Haras Santa María, ya que lo recorre por dentro. Desde antes de entrar al barrio privado el arroyo estaba seco, con apenas unos manchones de agua transparente”, le contó al portal.
La semana pasada, el jueves, la situación se repitió. “Seguramente esos desechos vengan del Haras. Cuando recién estaban loteando, hace muchos años, Eidico había dicho que construyeron una planta de tratamiento de residuos cloacales, pero hay que ver si la agrandaron cuando el barrio creció exponencialmente”, planteó Pap, Ante ese nuevo caso, el vecino elevó una denuncia a la fiscalía federal de Zárate-Campana y también en el sitio web del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS).
En una fiscalización realizada ese mismo jueves a la tarde, inspectores municipales comprobaron que las aguas servidas provenían de la planta de tratamiento de líquidos del Haras Santa María.
“Estaba funcionando fuera de los parámetros. La capacidad de la planta estaba excedida y el tratamiento del vuelco no era correcto”, explicaron desde la Subsecretaría de Inspección de Industria, Comercio, Obras Particulares y Espacios Públicos.
Concretamente, desde el country estaban descargando al arroyo efluentes que no llegaban a recibir el tratamiento para ser inocuos al medio ambiente.
Ante esta grave irregularidad, los inspectores labraron un acta mediante la cual intimaron al country a regularizar el funcionamiento de la planta y la multaron por la contaminación causada.
El monto de la infracción será impuesto por la Secretaría Contravencional, que tomó intervención, de acuerdo a lo establecido en la Ordenanza 1.501/93.
La contaminación fecal de las aguas superficiales es un hecho grave, ya que incide directamente en la salud humana por la transmisión de microorganismos patógenos como virus, bacterias, protozoarios y otros parásitos. (InfoGEI)