El Concejo Deliberante en Asamblea con Mayores Contribuyentes aprobó en la mañana de este jueves la suba tarifaria que regirá desde el 1ro. de enero de 2018.

Se trata de un paquete de reformas profundas, sobre todo en lo que refiere a la tasa domiciliara, que podría dispararse en hasta un 75%.

Es que ese tributo, que pasará a llamarse “Tasa por Servicios Generales” verá modificada su fórmula para el cálculo, en donde la valuación del inmueble tendrá un rol clave, sobre todo porque el Ejecutivo procederá a actualizar todos los precios de las propiedades, incluso, usando los valores de mercado.

Sin embargo, el edil de Unidad Ciudadana Juan Pablo Roldán, quien votó en contra, señaló que en rigor algunas partidas podrían elevarse en hasta un 1000%.

Santiago Laurent, del Frente Pilarense, bancada que también se opuso a la medida, expuso que la metodología en el cálculo de la domiciliaria es copiada a la de la Ciudad de Buenos Aires, y que los valores de los inmuebles podrán obtenerse de inmobiliarias, publicaciones de internet, o revistas especializadas.

El componente que se crea en Pilar es el de “Valuación Fiscal Uniforme”, sin límites, mientras que en la Ciudad de Buenos Aires se usa la “Valuación Fiscal Homogénea”. Aunque en CABA la valuación fijada no puede exceder el 20% del valor previsto por el mercado y, expuso Laurent, en la Capital se informa cada 6 meses qué valores se aplican.

“Esto va a hacer que las boletas tengan incrementos enormes; en pocos meses, llegarán los aumentos arbitrarios. Le pedimos al Ejecutivo 15 casos, en barrios abiertos y cerrados, para saber el impacto, pero nunca nos respondieron. El tope del 75% es mentiroso y estamos delegando facultades que son del Concejo Deliberante”, disparó Laurent.

Quienes también se opusieron fueron los ediles Federico de Achával, Osvaldo Pugliese, Silvio Rodríguez, y Juan Luna, mientras que se abstuvo Sebastián Pérez.

Adrián Maciel, titular de la bancada de Frente Renovador, bloque que en parte acompañó la idea, señaló que se logró que las veredas no se le cobren a las viviendas unifamiliares, una de las tasas así lo preveía, además de no superponer la valuación nueva con el base del 25% de suba que ya tenía autorizado a aplicar el Ejecutivo.

Claudia Zakhem, de Cambiemos, destacó que la Tasa por Servicios Generales se diseñó en conjunto con la UBA y La Facultad de Arquitectura.

“No había equidad en el pago de la tasa, porque en la misma manzana había vecinos que pagaban un monto, y otros bastante diferente”, expuso Zakhem, quien indicó que incidirá no solo el precio de la tierra y del inmueble, sino que se aplicará una alícuota de "depreciación" según el tipo de materiales que tengan las viviendas, lo que disminuirá la Tasa.

La concejal radical, por otro lado, aseguró que el informe solicitado por Laurent fue contestado, y puso como ejemplo lo que ocurrirá con las partidas del barrio La Alborada, en donde ella se domicilia.

“En el Barrio La Alborada se van a aumentar en hasta 150 pesos (por mes) 1529 partidas; las que van a aumentar más de 150, son 11 partidas, y otras 11 disminuyen. En promedio, un vecino de La Alborada pagará 175 pesos, por una Tasa que sirve para que funcione el Municipio, la seguridad, la salud, pago de sueldos, e incluso la dieta de los concejales”, chicaneó Zakhem.

Pero la edil amplió, y en lo que respecta a todo el Distrito, aseguró que 56.100 partidas pagarán menos de 150 pesos por cuota (el 37% del total de partidas) , 54.800 abonarán entre 150 y 300 pesos (36%), 16.700 pagarán entre 300 y 600 pesos (11% del total de boletas emitidas).

Además, destacó la creación de una plusvalía que se le cobrará a los dueños de inmuebles que vean valorizadas sus propiedades al modificarse ciertos valores urbanísticos, y descartó que las subas sean desmesuradas como señala la oposición.

Presupuesto

El Legislativo también le dio el visto bueno al presupuesto de Pilar, que para el año que viene prevé un ingreso de 4501 millones de pesos.

Federico de Achával, del Frente Pilarense, rechazó la medida, al igual que su bancada y sectores del PJ, al indicar que el grueso del dinero se va en personal y gasto corriente, mientras que queda casi nula inversión en obra pública.