El intendente Nicolás Ducoté adujo que el crecimiento poblacional que se da en Pilar los veranos generó que se registren más robos, sobre todo en barrios cerrados.
En el marco de los cambios que le imprimió al gabinete municipal, el mandatario defendió la labor de Seguridad, y expuso que es necesario que el distrito sea tomado como un punto turístico por las autoridades provinciales, para así poder recibir más efectivos.
“Nunca se puede decir que la seguridad va a ser absoluta, pero tenemos que lograr que año a año el vecino se sienta cada vez más cuidado. Hicimos inversión en nuevas patrullas, 14 el año pasado, y más cámaras. El trabajo en Seguridad nunca va a mostrar resultados de una semana a otra. La mayoría de los ilícitos que tuvimos este verano tienen que ver con barrios cerrados. Es un problema estacional que viene desde hace años, porque la población en vacaciones se incrementa entre 80 mil y 100 mil personas, porque los que solo venían los fines de semana ahora lo hacen toda la semana, y muchísimas quintas se alquilan”, expuso Ducoté en conferencia de prensa.
“Eso nos genera un desafío mayor; con la misma cantidad de agentes le tenemos que dar seguridad a muchas más personas. Enero y febrero no suelen ser buenos meses para Pilar, hasta que nos tomen como un distrito turístico, como lo que somos. No alcanza con que no nos saquen personal para el Operativo Sol, sino que nos traigan, como ocurre en San Isidro y Tigre”, añadió.
El jefe comunal, además, expuso que tiene en mente una idea que en rigor no es nueva, pero que administraciones anteriores no terminaron de concretar: monitorear las fronteras de Pilar con presencia de uniformados.
“Hay que seguir articulando el trabajo con la Policía, invirtiendo, y poder avanzar en este año en hacer un círculo de seguridad que monitoree todas las rutas, como la 34, 25, 26, 28 y la Panamericana misma, para que si hay un delito en Pilar, los delincuentes no se puedan ir, y al mismo tiempo evitar que delincuentes de otros lados ingresen al distrito”, finalizó Ducoté.
Los robos a countries y barrios cerrados se multiplicaron durante todo el verano, y obligó a las autoridades de Seguridad a diagramar controles en áreas de ingreso a esas urbanizaciones.
Al mismo tiempo, aseguraron que “no se alteró ni perjudicó” el patrullaje en barrios abiertos, pese al incesante reclamo vecinal.