La Defensoría del Pueblo de Pilar recomendó una serie de pautas a las personas que van a adquirir un terreno o vivienda.
Es que crecen las consultas ante la adquisición de inmuebles mediante mecanismos precarios, como boletos de compra venta, que luego resultan tenían otro dueño.
Eso pone a las personas que compraron de buena fe al borde del desalojo, como ocurre en varios casos del distrito, como en el barrio Ferrum de Villa Rosa o en un predio de Del Viso, donde viven 70 personas que deben abandonar el lugar en unos 20 días.
El titular del organismo, Juan Manuel Quintana, expuso que para darse esa compra de “buena fe” deben antes cumplimentarse una serie de pasos legales que casi nunca se dan.
“Sabemos que se trata de gente que compró de buena fe, hay gente que ha venido a la Defensoría del Pueblo con una hoja de un cuaderno donde figura la venta, entiendo que compran de buena fe. La gente no tiene que saber de todas las leyes, pero es muy estricta”, expuso Quintana.
“Para alegar buena fe uno tiene que haber hecho los estudios de títulos, algo que no pasa. Cuando uno va a comprar cualquier bien registrable, como también pasa con los autos, tiene que asegurarse quién es el dueño. Hay que averiguar en el Registro de la Propiedad quien es el verdadero propietario. Y luego hay que hacer otro pedido de informes para ver si esa propiedad no está inhibida o hipotecada, y ahí sí se puede hacer boleto de compra venta, y siempre ante escribano público. Y si el precio es muy bajo, hay que desconfiar”, detalló Quintana.
“Hay que tomar recaudos, no solo pasa en Pilar, en muchos terrenos la gente no tiene papeles y lo que nosotros podemos hacer es asesorar, no representar. Por eso recomendamos que vayan a ver a un abogado no apresurarse, y siempre consultar”, insistió.