Con algo más de 20 años de trayectoria y con mucha tristeza, uno de los hogares de niños más emblemáticos del distrito de Pilar debió cerrar sus puertas al no poder hacerle frente al aumento de las tarifas.

Se trata del Hogar San Cayetano, institución que quedó en jaque tras las subas en los servicios, incrementos que no pudieron sortear pese a la inmensa voluntad de colaboradores y allegados al lugar.

En diálogo con Pilar de Todos, uno de los voluntarios, Amilcar Antonioni, confirmó que el servicio que brindaban para niños que llegaban derivados de la Justicia “se va a discontinuar” tras una decisión tomada por la Diócesis de Zárate Campana, de la que depende el lugar.

“El aumento de los servicios, el aumento de los impuestos y las subas salariales que corresponden para el personal, más las cargas sociales y la cantidad y tipo de personal que se necesita y exige la ley, hizo que no podamos sostenerlo más”, confirmó Antonioni.

Con resignación, el colaborador del Hogar dijo que “el Estado ha pedido un lugar de abrigo para los niños, con lo mucho que hacen falta en la provincia”.

El San Cayetano tenía capacidad para albergar a alrededor de 15 chicos. Desde el año pasado, y atentos a que la situación económica no mejoraba, las autoridades informaron a la Justicia que ya no cubrirían las vacantes que se iban generando.

En ese sentido, informaron que en los últimos días se trasladaron algunos niños al Hogar del Milagro, ubicado también en Pilar, mientras que calculan que a fin de mes ya culminarían con la reubicación de todos los chicos.

Sin embargo, al Hogar aun le quedará la tarea de cancelar las deudas que han generado para mantenerse en pie hasta hoy.

“Hemos entrado en un circuito de varias moratorias. Se han acumulado muchas deudas y ya no había manera de afrontarlas por lo que se ha tomado la decisión, con mucha tristeza”, completó Antonioni.

El hogar recibía aportes desinteresados de vecinos y 6000 pesos por chico mensuales en concepto de becas que llegaban desde la provincia. Además, solían realizar rifas y ferias para recaudar dinero que les permitiera seguir a flote.

Sin embargo, tal como señalaron los colaboradores del lugar, en los últimos tres años, todo fue cada vez más cuesta arriba.

“Pudimos en este tiempo cubrir todas las necesidades de la vida de los chicos gracias al aporte de los voluntarios. Pero la suba de los costos hizo un desastre. Así San Cayetano dejó de ser un lugar más. Ahora la Justicia lamentablemente cuenta con un lugar menos”, se lamentó Antoniani.

Pero además, perderán sus puestos laborales entre 8 y 9 personas “a quienes como corresponde se les pagará la indemnización”.

"El hogar se cierra, pero el problema económico va a seguir un tiempo largo. Hicimos hasta lo imposible", reconocieron desde San Cayetano.