Este miércoles 20 de enero se cumplen cuatro años de la muerte de una docente de Pilar que fue atropellada por tres conductores que se trasladaban a alta velocidad y alcoholizados.
Se trata de Silvia Graciela Cabrera, quien en el año 2017 regresaba a Pilar a bordo de su automóvil luego de participar de una cena con amigas en la zona de Vicente López.
Ella, junto a una compañera, se detuvieron en un semáforo de la Avenida Maipú a la espera de que la señal las habilitara a continuar con el viaje, momento en el que fueron embestidas por un auto que era conducido por Tomás Núñez Aboy, a más de 140 kilómetros por hora.
El impacto le provocó la muerte a Cabrera y graves heridas a su compañera.
Este miércoles, a cuatro años del hecho, su familia lamenta que la causa esté frenada y rechaza los beneficios con los que gozan los imputados, tres en total, que esa noche terminaron con la vida de la docente pilarense.
En una carta que publicaron en la red social Facebook, recordaron los nombres de los acusados a quienes calificaron como «tres asesinos alcoholizados al volante».
«Tomas Núñez Aboy, Lucas Pechin y Nicolás Héctor Laitano, quienes con total desprecio a la vida, conduciendo cada uno su vehículo a alta velocidad, de forma descontrolada, cruzando semáforos en rojo, zigzagueando y alcoholizados, embistieron el auto de Silvia Graciela Cabrera, quien esperaba, respetando las leyes de tránsito, que el semáforo le diera la señal para continuar», recordaron los familiares de Cabrera.
Según la causa, consignaron, Núñez Aboy figura como el actor principal, mientras que Pechin y Laitano como participes necesarios.
En el texto apuntaron que «si bien la causa avanzó de forma rápida al principio, gracias al accionar del fiscal, el juez de garantía y demás actores intervinientes, hoy en día la causa se lentificó abruptamente y los imputados gozan de un insólito estiramiento de plazos a la espera del paso del tiempo para evitar la condena».
E informaron que actualmente «la causa se encuentra en la Corte Suprema de Justicia de la Nación, esperando resolución de las vocalías».
Asimismo, denunciaron que el imputado Núñez Aboy, oriundo de Luján, «se encuentra gozando de sus beneficios por su poder adquisitivo y contactos políticos de su madre».
«Esto es una burla, que nos causa rechazo y mucha tristeza ya que estamos en una calesita a la espera de un cierre para el caso de Graciela», se lamentaron.
Agregaron, por otra parte, que Pechin y Laitano, rehicieron sus vidas «Según los vecinos de Laitano, el mismo se mueve en la zona con total soltura e impunidad. Y Pechin, consiguió trabajo en Newmont Goldcorp Corporation. Hoy se desempeña como Jefe de Control y Gestión».
Sin embargo «Silvia Graciela Cabrera, docente de vocación, buena persona, con valores humanos intachables, madre y feliz, hoy no goza de ningún derecho ni beneficio», se lamentaron.
«Se encuentra con prisión perpetua bajo tierra gracias al accionar de estos “impresentables” y nosotros como familia llevando una mochila que día a día se hace más pesada con un caso que sigue impune», rechazaron.