Las subvariantes BA.4 y BA.5 de Ómicron y la relajación de las medidas de cuidado e higiene son consideradas las responsables del aumento de contagios de coronavirus en varios países de Europa y hacen temer que se desate una nueva ola, señalaron especialistas.
En Europa, BA.4 y BA.5 son cada vez más frecuentes en Francia, y deberían imponerse a BA.2, mayoritaria desde principios de año.
La Agencia de Salud Pública francesa confirmó la aceleración de casos en sus últimas cifras semanales, así como el aumento de estas dos subvariantes, situación similar a la que se vive en Alemania y Reino Unido. Las dos subvariantes parecen propagarse más rápido aún que las anteriores mutaciones. Según varios especialistas, el fin de las medidas de control sanitarias favorecen este aumento de contagios. En esa línea, entra también el descenso en la protección de algunas vacunas si las personas no se aplican los refuerzos.
“BA.4 y BA.5 pueden propagarse más rápido que BA.2 por una ventaja doble: su factor de contagio y el descenso de protección inmunitaria. Por lo tanto, BA.4 y BA.5 desencadenan una ola más rápido de lo que hizo BA.2″, indicó Mircea T. Sofonea, profesor de la Universidad de Montpellier.
Por fortuna, el verano, cuando se pasa más tiempo en el exterior, podría ser un freno para un aumento de los casos en Europa. No obstante, Sofonea apuntó que el verano “no es un factor que pueda, por sí solo, impedir una ola de contagios, como ya se vio con Delta en julio de 2021”.
Sobre el descenso de la protección de las vacunas a medida que pasa el tiempo, dato del que de a poco se va teniendo más información, el especialista recalcó que cinco meses después de la tercera dosis, baja ante cualquier infección, por los que los grupos de riesgo deben mantener las medidas de cuidado.
“Si bien la protección que da haberse infectado con Ómicron o haber recibido la tercera dosis de la vacuna sigue siendo importantes cinco meses después, sobre todo ante formas graves, desciende ante cualquier infección”, destacó Sofonea.
En esa línea, las dosis de refuerzo pasados entre cuatro y seis meses siguen siendo una recomendación en los países en los que hay vacunas para que puedan inmunizarse sobre todo los grupos objetivo. De igual modo, varios especialistas siguen indicando el uso de barbijos ante diferentes situaciones, así como la ventilación. (DIB)