Cesar Díaz, el empelado del shopping Pilar Point que el pasado viernes fue agredido por delincuentes y arrojado desde el primer piso del centro comercial, habló sobre lo que le sucedió y enfatizo: “Estoy vivo de milagro”.
Cesar tiene 33 años y se desempeña en Pilar Point desarrollando tareas de limpieza. Cerca de las 15.30 del viernes escuchó ruidos en el baño de hombres y se acercó para verificar qué estaba sucediendo.
En una entrevista que concedió a Telefé Noticias, Cesar apuntó que al abrir la puerta del baño vio que dos sujetos le estaban pegando a un joven. Vio también diferentes objetos tirados en el piso.
Al consultar a los hombres qué estaba pasando, los delincuentes intentaron engañarlo diciéndole que los habían querido asaltar.
“Yo no creí que fuera así. Por eso, cuando intenté llamar al personal de seguridad, esta persona totalmente agresiva me dijo: ´Vos no vas a llamar a nadie´ y me empezó a correr hasta la zona de la escalera. Cuando me empuja para atrás, los vidrios de la baranda revientan y salgo despedido al vacío hacia planta baja”, contó César.
Relató que “fue un milagro” que haya logrado caer de costado. “La cabeza no pegó en el suelo de suerte porque si no estaríamos hablando de otra cosa”, expresó el joven aun sin poder creer lo que le pasó.
“Si caía de cabeza, hoy no estaría acá”, dijo.
Tras la caída, César sufrió varios cortes en un brazo y pierna. Afortunadamente no tuvo fracturas. “las placas y estudios que me hicieron me dieron todos bien. No lo podía creer ya que caí desde por lo menos 5 metros”, señaló.
César tiene un hijo de 4 años y relató que al momento de la caída “solo pensé en él y en ir a abrazarlo”.
Al delincuente que lo empujó lograron atraparlo, mientras que el cómplice se encuentra prófugo.
Eduardo González, abogado del trabajador del shopping, agregó que la causa es investigada por la UFI N°1 de Pilar y consignó que “ya está hecho el cambio de calificación a tentativa de homicidio criminis causa”.
“El shopping está en pleno centro de Pilar; estamos en vacaciones y ese día era un mundo de gente y de familias con chicos. Fue un milagro que César saliera con vida y que nadie haya salido lastimado”, cerró González.