Un profesor de 52 años fue condenado por los Tribunales de San Martín a 14 años de prisión por haber abusado de su hijastra durante 2 años.
Se trata de César Pochón quien vive en Pilar y daba clases en varios institutos de la región sobre psicología, quien fue denunciado por Camila Centurión, hija de su exesposa, por haberla violado en reiteradas oportunidades.
Los abusos, relató Camila, se dieron tanto en San Miguel y también en Pilar, donde estaban construyendo una casa, cuando ella, ahora de 24 años, tenía 11 años. Además agregó que los abusos se extendieron hasta que ella cumplió los los 13 años.
"Yo le conté a mi mamá lo que pasaba, cuando estaba por cumplir 14 años, y desde ese día lo expulsó de mi casa. Días después vino a buscar algunas cosas y con lágrimas me pidió perdón, me dijo que si podría volver el tiempo atrás no me haría todo lo que hizo, pero yo le dije que solo Dios lo podía perdonar", relató Camila Centurión a Pilar de Todos.
"Desde el momento en el que me desarrollé empezó a morderme, me levantaba el corpiño, me tocaba en mis partes íntimas, me obligaba a desnudarme e incluso me violó. Fueron varias veces durante esos dos años. Lo hacía cuando mi mamá y mi hermano más chico no estaban en la casa. Nosotros vivíamos con él desde que yo tenía 2 años, era como un padre para mí, no entendía que alguien así podía hacerme algo malo", agregó Camila.
Pochón, explicó Camila, se desempeñó en el Instituto Mariano Moreno de Grand Bourg, el Instituto Cultural Británico de San Miguel y el Instituto José C. Paz, dando clases de psicología.
Pese a que en primera instancia Camila y su familia decidieron no hacer la denuncia, incluso por recomendación de un grupo de Testigos de Jehová a los que pertenecía Pochón, la víctima necesitaba justicia y liberarse de lo que había ocurrido.
"La denuncia la hicimos cuando yo tenía 17 años, porque ya no aguantaba más la situación, era una mochila que no podía llevar más. Incluso me lo solía cruzar en la calle en Pilar. Empecé a cortarme los brazos, arrancarme el pelo, a consumir drogas, recibí asistencia psicológica e incluso estuve internada en un instituto psiquiátrico 2 meses. Ahí yo me preguntaba: '¿Por qué yo tengo que estar encerrada y él está libre?'. Seguía dando clases de traje y corbata, predicando como si nada, mientras yo no podía liberarme de todo lo que me había pasado", relató Camila, con la voz entrecortada.
"Me analizaron varios psicólogos en la causa, me hicieron Cámara Gesell, donde quedó todo demostrado. Estas cosas no tienen que quedar en silencio. Que lo hayan condenado, a mí ahora, después de tantos año, me hace libre", concluyó Camila.
Tras la condena a Pochón, Camila escribió una carta en la que relató los abusos por los que tuvo que pasar.