El gobernador Axel Kicillof viajó esta tarde a Mar del Plata para reunirse con los padres de Matías Paredes, el chico asesinado por policías bonaerense que actuaron de civil y en un acto sin identificar, a quienes les manifestó su “acompañamiento”, además de aseguró que buscará que se “haga justicia” en el caso.
Kicillof contó que estaba siguiendo el caso en comunicación con el ministro de Seguridad, Javier Alonso -que estaba en Mar del Plata atendiendo la situación- y “escuché que la familia decía que le gustaría verme, ante lo que interrumpimos las actividades en Bahía Blanca para venir directamente para acá”.
“Estuve reunido con el padre y la compañera: nosotros no hacemos política con esto, solo digo que vinimos para darles nuestro acompañamiento, nuestro pésame y para ponernos a disposición”, explicó el Gobernador, que estuvo acompañado por el ministro de Justicia, Juan Martín Mena.
Kicillof precisó que “puedo decir porque se lo transmití a la familia que se actuó rápidamente y con determinación para apartar a los policías, quienes ya están detenidos a la espera de un juicio”.
“Queremos que se haga justicia: estamos contribuyendo con la fiscalía para que se determine cómo ocurrió y cuáles fueron las responsabilidades para que luego todos los responsables sean castigados como corresponde”, insistió Kicillof, que más temprano había ordenado suspender un acto político que se iba a realizar mañana en la ciudad por respeto a la víctima, su familia y a la conmoción que reina en la ciudad por este caso y también por el del kioquero Cristina Velázquez, asesinado unas horas antes en un robo.
El caso Paredes
Matías viajaba en un automóvil Fiat Palio con otros dos jóvenes, cuando cinco policías pertenecientes a las comisarías 14, Destacamento Camet, 16 y 15 lo interceptaron una camioneta Ford Ecosport y en un Volkswagen Bora que no tenían placas identificatorias y, luego de perseguirlo, lo ultimaron de dos balazos.
La secuencia precisa de los hechos marca todo comenzó a la 1.36, cuando el Palio de color rojo en el que Paredes y sus amigos Emanuel Astete (25) y Cristian Pizarro Novas (27) circulaba por Polonia. A la altura de Tripulantes del Fournier, la Ecosport de color gris oscuro se les colocó detrás y comenzó a perseguirlos. Viajan en ese vehículo Héctor Murray, policía de Estación Camet; Javier Yancamil Macías, de la Comisaría 14, y Emilio Flores, de la Comisaría 15. Al llegar el rodado de los jóvenes al cruce de Polonia y Fortunato de la Plaza, aparecó el Bora de color plateado y se cruzó a su paso. A bordo iban Juan Manuel Molina y Julio Rufino Jerez, de la Comisaría 16, que tiene jurisdicción en la zona.
Asustado por no saber quiénes ni por qué los interceptaban, según contarían luego los sobrevivientes, Astete, que conducía, decidió doblar hacia Goñi y al llegar a 37 fue interceptado.
En ese punto, “el auto intenta evadir, se bajan dos hombres del coche, que serían personal policial, disparando”, señaló el fiscal Alejandro Pellegrinelli, que interviene en el caso junto al juez Juan Tapia.
La figura penal para los responsables de matar a Paredes tiene prevista una pena de prisión perpetua. El artículo 80 del Código Penal, en su inciso 9, dice que “se impondrá reclusión perpetua o prisión perpetua al que matare abusando de su función o cargo, cuando fuere miembro integrante de las fuerzas de seguridad, policiales o del servicio penitenciario”.
Para Pellegrinelli el autor del homicidio es Molina y los otros cuatro son partícipes necesarios, y a todos les cabe la misma pena. (DIB)