Los trastornos del sueño constituyen una epidemia global que amenaza la salud y la calidad de vida del 45% de la población mundial.
Debido a ello, la Asociación Mundial de Medicina del Sueño celebra hoy el Día Mundial del Sueño.
En el marco de esta conmemoración, desde el Hospital Austral lanzaron una serie de recomendaciones para lograr tener un buen descanso.
Los mismos fueron elaborados por el director de la Diplomatura en Medicina del Sueño de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral, Dr. Daniel Pérez Chada, quien además se desempeña como jefe del Servicio de Neumonología y director de la Clínica del Sueño en el Hospital Universitario Austral.
"Únete al mundo del sueño, conserva tus ritmos para disfrutar la vida" es el lema de este año, un llamado a la acción que pretende disminuir los efectos negativos de los trastornos del sueño en la sociedad.
El sueño es una parte integral de la vida cotidiana, una necesidad biológica que permite restablecer las funciones físicas y psicológicas esenciales para un pleno rendimiento.
El jet lag social es una distorsión de nuestros hábitos del sueño que está fuertemente influenciada por la exposición a la luz artificial en momentos inoportunos.
"La prolongación artificial del día, desde Édison en adelante, ha generado un efecto sumamente negativo para los ritmos biológicos. El celular, por ejemplo, debería estar contraindicado en las horas de la noche", subraya el Dr. Pérez Chada.
Por otro lado, ¿qué sucede con la televisión? "Para algunos funciona como un chupete electrónico y para otros es un despabilador”, comentó el doctor.
De todas formas, el especialista sostiene que, "en comparación con los celulares, el efecto de la televisión sobre estos mecanismos de luz y penumbra es mucho menor por el tipo de pantalla y la distancia de la luz, entre otras cosas".
Higiene del sueño
El concepto de higiene del sueño consiste en tener horarios regulares para acostarse y levantarse, no tener una actividad física intensa en las últimas horas del día dado que se producen muchas hormonas estimulantes y después no se consigue bien el sueño.
"Tampoco llevarse trabajo ni comida a la cama, porque entonces el cerebro comienza a asociar al sueño con la oficina o el comedor", recomienda el director de la Diplomatura en Medicina del Sueño de la Facultad de Ciencias Biomédicas.
Perez Chada desmitifica la fantasía popular de ‘Me tomo una copa de vino y me voy a dormir’: "Funciona a la inversa porque tomar alcohol produce una inducción rápida del sueño. Pero cuando se va el efecto del sueño, la persona queda en una especie de penumbra ineficiente que altera la arquitectura del sueño”, explica.
A su vez, el Dr. Pérez Chada detalla que las siestas breves son "muy útiles", siempre y cuando no superen los 40 minutos.
"Cuando una siesta se prolonga más allá de los 40 minutos, se interrumpe el sueño en el momento en que este comienza a consolidarse", explica el doctor.
Recomendaciones para antes de ir a dormir
No realizar actividad física
No llevarse trabajo ni comida a la cama
No tomar alcohol
Dejar de tomar café a partir de las seis de la tarde
“Cenar como mendigo”
Siestas de hasta 40 minutos
No utilizar el celular antes de dormir. En caso de utilizarlo, adecuar el brillo a la visión nocturna.