El joven rugbier que fue baleado por policías en la localidad de Moreno en una persecución por una presunta evasión de control, permanece hospitalizado y se recupera lentamente de las heridas que padece, como consecuencia del episodio.
Tomás Krüger, de 19 años, está en una clínica de Morón y según expresaron sus familiares en declaraciones mediáticas y por redes sociales, está “aterrorizado” y “llora porque no sabe si va a poder volver a jugar” al rugby.
“A mi hermano ya lo operaron, pudieron limpiarle la herida del brazo, sacarle restos de plomo y pedazos de hueso que le quedaron astillados por el impacto de bala. Tomás va a necesitar una prótesis en su brazo”, posteó Bárbara hermana del joven, en su cuenta de Instagram.
“Estamos muy muy angustiados: parece que le van a quedar secuelas por esta injusticia y mi hermanito no para de llorar porque no sabe si va a volver a jugar”, escribió la joven.
Por su parte, un amigo de Tomás dijo que el joven “se agachó” adentro de la camioneta en la que viajaba para “cubrirse” de los disparos y que “si pasó semáforos en rojo fue por precaución, para evitar robos”. Además, añadió que “no era necesario” que los policías “lo chocaran y le dispararan” a su
amigo ya que, con “con la sirena” del patrullero encendida la víctima hubiera frenado su marcha y hubiese mostrado sus documentos.
Y sobre la posibilidad de que Tomás haya pasado un semáforo en rojo y que eso derivó en la persecución, el amigo explicó que supone que si lo hizo fue para que “no le robaran”, aunque reconoció que eso está “mal”.
“Seguís avanzando. Siempre con precaución de que no haya nadie, porque en esa zona no hay nadie”, añadió respecto a esa práctica habitual de muchos jóvenes cuando transitan de noche en el conurbano.
Carlos Kruger, padre de Tomas, manifestó que de acuerdo a lo que les dijo el médico, “gracias al brazo está vivo”.
En tanto, Jorgelina, la madre de la víctima, aseguró hoy que su hijo nunca se dio cuenta de que quienes lo perseguían eran policías.
“No había un control policial. Él venía por la ruta, pasa el semáforo en rojo porque la zona es medio peligrosa y aparte venía una camioneta atrás haciéndole señas de luces, no tenía la luz azul prendida (baliza policial), por ende, no se dio cuenta de que eran policías”, contó la mujer al canal Crónica TV.
Sobre el estado de salud y de ánimo del joven, la madre dijo que “se está recuperando en el hospital”, pero que “de a ratos tiene picos de que se pone mal porque no sabe cómo le van a quedar el brazo y la pierna” donde fue baleado. (DIB) ACR