Una organización narco transnacional fue desarticulada en las últimas horas tras una serie de allanamientos realizados en el Conurbano bonaerense. La banda, que operaba entre Argentina y Uruguay, utilizaba un método inusual para mover el dinero proveniente del tráfico de cocaína: lo escondía en muñecos de peluche, como parte de una fachada familiar destinada a burlar los controles fronterizos. Se detuvo a seis personas, que según el parte policial “operaban principalmente en los partidos de San Martín, San Miguel y José C. Paz de la provincia de Buenos Aires, zonas donde desplegaban actividades vinculadas a la comercialización, fraccionamiento, transporte y distribución de clorhidrato de cocaína, generando una red estable y sostenida en el tiempo”.

La investigación, iniciada en diciembre de 2024 por la Dirección de Investigaciones de Delitos Federales, permitió detectar una estructura criminal con jerarquías definidas y fuertes lazos familiares. El líder, identificado como Jonatan Emanuel Romero, de 34 años, era quien centralizaba la provisión y distribución de cocaína, con el apoyo de otros implicados, entre ellos choferes, fraccionadores y pasadores.

Los detenidos se valían de vehículos particulares para trasladar la droga hacia Paysandú (Uruguay) por el paso fronterizo Colón-Paysandú. Allí entregaban los “ladrillos” de cocaína -muchos de ellos con el distintivo sello del colibrí de las Líneas de Nazca, vinculado a un cartel peruano— y regresaban a Argentina con el dinero de la venta oculta en juguetes infantiles.

Uno de los elementos más llamativos del operativo fue el hallazgo de un oso de peluche rosa que contenía US$ 98.000, fruto de una reciente transacción narco. La maniobra, según detallaron fuentes de la investigación, era encubierta bajo la apariencia de viajes turísticos en familia. En varios casos, los pasadores cruzaban la frontera acompañados por sus hijos menores y sus parejas, lo que reforzaba el montaje de una escena inocente frente a posibles controles.

“Colibrí de Nazca”

El operativo, bautizado “Colibrí de Nazca”, culminó el pasado 1º de junio con seis allanamientos simultáneos en las localidades de San Andrés, Villa Ballester, José León Suárez y José C. Paz. En total, se secuestraron casi 14 kilos de cocaína, diversas armas de fuego, dinero en efectivo en varias monedas, celulares, balanzas de precisión y documentación.

Uno de los momentos clave fue la detención de Roberto Garriga, el chofer principal de la organización, interceptado en Zárate mientras transportaba 12 ladrillos de cocaína ocultos en los paneles de las puertas de su vehículo, junto a su familia. Según los investigadores, el rodado estaba tan sobrecargado que los cristales no podían bajarse, lo que hizo sospechar a los detectives durante la vigilancia.

Además del operativo en ruta, fueron arrestados otros miembros de la red, incluidos Jorge Luis Morello (a quien se le secuestró un arma de fuego), Romina Centurión, y Jorge Eduardo Oliva, sobre quien pesaba una orden de detención previa. El último en caer fue Juan Carlos Luna, alias “El Tano”, tío del cabecilla, detenido en José C. Paz tras días de estar prófugo.

Los investigadores presumen que los detenidos “exportarían la sustancias mediante tráfico marítimo internacional con destino final al continente europeo, para comercializarlo en destino a un valor estimado de US$ 35.000 por kilogramo”.

El caso quedó en manos del Juzgado Federal N.º 2 de San Martín, a cargo de la jueza Alicia Vence, con intervención de la Secretaría N.º 5 del Dr. Hernán Roncaglia. (DIB) MM