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Procesaron a secuestradores de una familia colombiana por la que pidieron un rescate millonario
Miércoles, 07 Septiembre 2022 15:58

Procesaron a secuestradores de una familia colombiana por la que pidieron un rescate millonario

Las víctimas estuvieron ocho días cautivas y entraron al Programa Nacional de Protección a Testigos e Imputados. Habrían llegado al país para salvar sus vidas, ya que uno de sus integrantes tuvo que escaparse de Colombia tras una estafa millonaria con criptomonedas.

El juez federal de Campana, Adrián González Charvay, procesó con prisión preventiva en las últimas horas a 11 personas acusadas de secuestrar a una familia colombiana que habría llegado al país para salvar sus vidas, debido a que uno de sus integrantes tuvo que escaparse de Colombia por una estafa millonaria con criptomonedas.

Los detenidos acusados de pedir US$10.000.000 por el rescate de la familia son los ex policías bonaerenses Fernando Canda y Juan José De Dios Romero; los ciudadanos colombianos Alejandro González Ortíz, Ronald Ávila Ortega, Néstor Hoyos Orejuela, Ancizar Echeverría Porras, Maira Gutiérrez Moreno, Ricardo Viera Benítez, Carlos Valencia, Alejandro Zapata Valencia y el argentino, Fernando Magallanes, quienes están acusados por el delito de secuestro extorsivo de cinco personas agravado por -en el caso de Canda y Romero- haber pertenecido a una fuerza de seguridad, por tratarse de una de las víctimas menor de 18 años, haber participado en el mismo tres o más personas y por haber sido cometido con intimidación contra las víctimas cautivas mediante el empleo de armas de fuego.

Los acusados, según consta en el procesamiento, al que la agencia NA tuvo acceso, deberán responder también por el delito de robo, agravado por haberse cometido con arma de fuego, en un lugar poblado y en banda; por tenencia ilegítima sin la debida autorización legal de arma de guerra, en calidad de coautores, en concurso real con los anteriores; y por privación ilegítima de la libertad agravada por haber sido cometido simulando autoridad pública.

El hecho se inició el pasado 12 de agosto cuando J. B. V., una de las víctimas, ingresó a su vivienda del Country Golf Club Argentino, en la localidad bonaerense de José C. Paz, en donde vivía con su familia, y una vez adentro fue sorprendido por un grupo de delincuentes que le vendó los ojos, lo ató de pies y de manos, y le exigió US$10.000.000 para liberarlo a él, a su esposa, a su hija, y a su suegra.

Minutos más tarde, arribó a la vivienda, C.M.A, custodio de la familia, quien también fue secuestrado. Según consta en la causa, con todas las víctimas cautivas los captores sustrajeron muchas de las pertenencias de B.V, incluyendo tarjetas de crédito y débito, vestimentas, dinero en efectivo por el valor de u$s20.000, dos teléfonos celulares, cuadernos con anotaciones importantes -claves, contraseñas-, “Wallets” de NFT, una computadora portátil marca Apple, y otra marca Assus, un reloj marca Rolex, dos cadenas -una de oro blanco y diamante blanco y la otra de oro blanco y diamantes negros.

El secuestro duró en total ocho días, hasta que el 20 de agosto pasado fue rescatada la última de las víctimas, J. B. V.

El primero en ser liberado fue el custodio, el 14 de agosto; luego fueron liberadas las mujeres de la familia (la pareja de J.B.V, su hija y su madre), quienes intentaron viajar a Colombia, pero como pesaba sobre ellas una alerta migratoria, no pudieron salir del país.

En tanto, el custodio logró viajar a Colombia, y según consta en el expediente, se comunicó con la madre de su jefe y está le dijo que la habían llamado para exigirle el dinero del rescate, los 10.000.000 de dólares, y que su hijo junto a la familia habían sido secuestrados por el “Cartel de Otoniel”.

Unos días antes del secuestro, el 30 de julio, J. B. V. y su custodio, fueron interceptados por dos hombres, que serían Canda y Romero, en la playa de estacionamiento del centro comercial Torres del Sol de Pilar.

Sin embargo, en esa oportunidad, los sospechosos no pudieron secuestrarlos, debido a que J. B. V. comenzó a gritar y pedir auxilio, y corrió a refugiarse en el interior de un local gastronómico.

 NA

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