El gobierno del intendente Nicolás Ducoté prepara una tanda de 100 juicios de apremio contra grandes deudores de tasas locales.

Se trata de morosos de tributos como Seguridad e Higiene (empresas), pero también de Derechos de Construcción y Servicios Generales, la ex ABL.

Según explicó el titular de Ingresos Municipales, Juan Carlos Mairano, la medida apunta, en primera instancia, a evitar que las obligaciones prescriban, algo que ocurre luego de 5 años en donde no hay reclamo por parte de la Comuna, y por otro lado a "ser equitativos". "No es lo mismo un buen pagador que alguien que no pagó casi nunca", expuso Mairano.

"Cuando asumimos en el 2015, había más de 600 millones de pesos de deuda prescripta, entonces lo que nos propusimos es no dejar más vencer deuda, porque sino lo que estamos haciendo es ser inequitativos. No es lo mismo un buen pagador que un mal pagador. Hay personas que se aprovechan de la inacción del Estado, esperan 5 años, el municipio no reclama, y luego de un año más vence la deuda", explicó el subsecretario de Ingresos Municipales.

"El Estado debe ser eficiente para que a su vez sea justo; el buen contribuyente, el que se sacrifica para pagar las tasas, no es igual al que no lo hace", insistió.

Mairano agregó que se apuntan a recuperar "varios decenas de millones de pesos", y si bien no dio nombres expuso que en los juicios hay empresas, particulares e incluso sociedades que administran barrios cerrados.

A su vez, aseguró que se busca a los grandes deudores "que no pagaron casi nunca en la vida", de ahí los 5 años de morosidad, y no a los pequeños comercios o contribuyentes.

"Estamos analizando caso por caso, considerando muchísimo la situación del país, pero hay gente que no pagó en toda su vida. No estamos iniciando juicios inferiores a (deudas) de 12 mil pesos, porque nos sale más caro el juicio que el recupero. En estos casos son todos superiores a los 30 mil y 40 mil pesos, y hay muchos más grandes. Tenemos embargos de cuentas por primera vez en la historia de Pilar, más de 30, en su mayoría empresas, algún contribuyente que tiene más de una parcela, y sociedad de barrio privado", amplió, al tiempo que recordó que para los comercios pequeños se ha bonificado la tasa por habilitación o publicidad y propaganda.

Deuda moral
Si bien Mairano expuso que hay casos en donde en efecto la deuda termina por prescribir, y por ende la Comuna no puede reclamar el cobro, sí manifestó que esto será una traba a futuro, cuando el moroso pretenda acogerse a algún plan o beneficio por nuevos tributos.

"La deuda no la borramos del sistema, es una deuda moral, queda registrada. Y ese contribuyente no podrá acogerse a beneficios que sí aplican para los que tienen sus cuentas al día", concluyó.